Cuidados odontológicos durante el embarazo: conducta a seguir en la consulta odontológica

Cuidados odontológicos durante el embarazo: conducta a seguir en la consulta odontológica

Los cuidados odontológicos durante el embarazo deben estar basados en todos los factores que se presentan en esta etapa, ya que es un estado fisiológico modificado en el cual el organismo materno experimenta una serie de cambios hormonales, cardiovasculares, respiratorios, urinarios, gastroenterológicos y estomatológicos. Todas estas alteraciones adaptativas temporales en la madre son necesarias para dar cabida al feto que se encuentra en desarrollo, procurando una correcta homeostasis y bienestar.

Los cambios hormonales pueden influir en la magnificación de estados inflamatorios preestablecidos. Los ajustes estrogénicos de la progesterona y otras hormonas pueden lograr incrementar la permeabilidad y proliferación vascular en el tejido gingival que se encuentra irritado por la placa dentobacteriana y el cálculo dental, conduciendo a una reacción inflamatoria magnificada que provoca enrojecimiento y sangrado gingival, halitosis, aumento de la movilidad dental y posterior pérdida dentaria como cambios clínicos principales.

En ausencia de cálculo dental y placa dentobacteriana que contamine los tejidos periodontales y el diente, no se presentarían alteraciones en los tejidos y por lo tanto la mujer embarazada preservaría su salud bucal.

Conducta a seguir en la consulta odontológica

A pesar de que la mayoría de los procedimientos odontológicos se pueden realizar durante el embarazo, el plan de tratamiento para dichas pacientes debe ir enfocado hacia 2 aspectos:

  1. Para el feto: debe hacerse con la intención de evitar una hipoxia fetal, el desarrollo de alteraciones teratogénicas, inducir un trabajo de parto prematuro o incluso un aborto.
  2. Para la madre: debe ir enfocado en realizar actividades preventivas tanto sistémicas como bucales. Seleccionar el momento más apropiado para realizar aquellos tratamientos que sean de carácter electivo y evitar aquellas situaciones que puedan conllevar a la alteración del curso del embarazo.

En relación a esto, se puede determinar que las mujeres embarazadas pueden acudir a la consulta odontológica teniendo en cuenta que:

  • Se le debe realizar un examen clínico completo que permita identificar el estado bucal, dental y periodontal de la paciente.
  • Los estudios radiográficos se pueden realizar sólo de ser necesario y utilizando siempre un peto de plomo como medida de protección.
  • Se recomienda implementar métodos de control de placa dentobacteriana con la realización de profilaxis dental y establecer citas periódicas programadas antes o durante del embarazo, así como la aplicación tópica de fluoruros si el análisis de riesgo a caries lo indica.
  • Indicar a la paciente sobre los alimentos que debe consumir en mayor o menor cantidad según sea el caso.
  • Los tratamientos que deben aplicarse durante el embarazo, sin importar el avance de éste, deben ser aquellos que requiera de una atención inmediata, como lesiones cariosas profundas, endodoncias y tratamientos periodontales que incluyan raspado y alisado radicular.
  • En aquellos tratamientos de larga duración como lo es la realización de prótesis, es recomendable postergarlos hasta después del parto.
  • Es ideal posponer en la medida de lo posible, cirugías periodontales hasta después del parto y aplicar terapia de mantenimiento trimestral.
  • En algunos casos es necesario realizar una cirugía bucal para el control de focos de infección y evitar así una complicación.
  • A pesar de que la lactancia materna no representa una limitación a la hora de la atención odontológica, si influye en cuanto a la disponibilidad de tiempo de la madre. También al momento de seleccionar la farmacología es fundamental evitar fármacos que sean absorbidos por el bebé.
  • Los vómitos frecuentes y reflujo gástrico durante el embarazo afectan la salud dental debido a que causan erosión en las caras palatinas de los dientes anterosuperiores, razón por la cual se indican las profilaxis así como la aplicación tópica  de fluoruros si el análisis de riesgo a caries lo indica

Es recomendable que la posición del sillón dental se ubique a 165° durante el primer trimestre del embarazo, a 150° en el segundo y a 135° o 90° en el tercero, ya que la posición supina puede causar disminución del gasto cardiaco originado por la compresión ejercida por el útero sobre la vena cava inferior y presentar hipoxia pasajera o síndrome de hipotensión supina. El nivel del sillón dental no siempre se ubicará en la posición antes mencionada, debido a que la mujer embarazada puede no sentirse cómoda con ésta y se debe ubicar en una adecuada para ser atendida.

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